lunes, 2 de noviembre de 2015

Tráfico de mier**

Escribe: IMR

Lo juro, el cobrador pasó esparciendo el mismo olor de la colonia victoria's secret for men que me regalaste y que nunca acabé por miedo al rumor de la leyenda urbana de la que me habló en su momento Gisella. Los métodos anticonceptivos de los que me habló los sigo aún al pie de la letra, es simple, la verdad: "Ponte bolsita de chups, cara*o". La verdad, ella no dijo cara*o pero todo es más convincente con esa palabra al final. Más poderoso, imponente, destructivo, Nataliense. En vano guardé cada gota del perfume, lo perdí, te lo confieso. Está incólume, pero nuestra relación sí, nuestro amor se cobró cada gota que no gasté. Aún te pienso de esa forma, con el deseo en alto y el corazón al frente.

Con los sueños sueltos. Te me acabaste. Igual que el ventarrón disfrazado de una patada de memorias. Te marco, sigues siendo inigualable en las conversaciones, no por los temas o lo que digas. Es más ni por tu voz. Corazón amarrado. Clavo el tenedor en la lechuga, las lechugas, rojo tomate y limón escurriendo, la palta como acompañamiento. Mastico como escupiendo hacia adentro, detesto comer ensaladas, la panza se me escapa y no hago nada, así que caballero no más, me empujo 3 kilos de ensalada y 'peco' cuando dejo que un suculento bistecito me invada. Y Alka Seltzer. Soy un sillón diseñado por mi madre, la tele y yo somos mejores amigos. Casi me siento tan atlético como Rooney cuando veo un comercial de Bolt, ese negro es mi ídolo. Y así pues si te encontrara por la calle. No, no dejaría algo así al destino, ese pendejo ya nos timó una vez. Si te invito a salir o, mejor aún, calculo con mi asombroso sigilo todas los lugares por los que casualmente me podría cruzar contigo en uno que otro punto estratégico y lo hago. Mierda, ¿te imaginas? No,no. No me imagines diciéndolo con voz de huev*n. Déjame sonar como entusiasta soñador, divide las notas entre los hermanos Wright, Tesla y John Lennon. Y ahí ponle play de nuevo e imagínalo. 

Iría a buscar hasta el fin del mundo la fragancia que me regalaste y elegiría la ropa perfecta para poder transmitir un balance entre sofisticado e interesante pero sencillo como para que caigas en la idea de que es mi vestimenta de todos los días ¿debería usar reloj? ¿O me prefieres despreocupado? "Isabella, el tiempo no es importante" y mi sonrisa invadiendo con cariño tan solo una de mis mejillas mientras acerco mi mirada solo del lado contrario y luego sigo caminando a tu lado. Botas si es invierno y creo que unas adidas simples con medias imperceptibles si es verano, ¿mocasines? No, ahí nica atracas, hay que ser convincente. A la hora de almuerzo, por donde estudies, entre cerrando los ojos y moviendo la cabeza 'Isabella? Isabella! Eres tú, ¿cómo estás? La verdad tengo una reunión en un toque, pero creo que podríamos almorzar juntos y conversar un poco' 'pucha, en verdad me hubiera encantado seguir conversando, ha estado bueno' 'así que es por tu chamba que ocurrió el milagro de vernos, yo suelo tener reuniones por acá, la próxima entonces te llamo y coordinamos' Y ya, no hay más, en facebook sale soltera, ¿qué es lo peor que puede pasar? Lo he pensado, el tiempo no pasó en vano y creo entenderlo, la magia de tus conversaciones esta en tus silencios, calibrados cupídicamente con el ritmo a través del que te expresas. 

Llegan tus palabras, pocas, una cascada sublime, un aluvión sigiloso. Y ahí al detenerse rozan a mi imaginación, despistada, que tropieza y decidida a no caer, vuela. Qué, decidida, te asocia con el cielo y así intuyo que este amor duradero es obra de la pareja perfecta que hacen, tu existencia limitada y mi imaginación que detesta las fronteras. O tal vez sí sea tu voz, porque cuando nos cruzamos fuera de tu universidad. El cabello largo, las caderas amplias, las piernas infinitas, pero esa voz fue el punto seguido que dio paso a las oraciones irreales que se irían tejiendo en las frases del narrador omnisciente de mi vida. Ni cagando me congelo, ni loco cholo - he hecho dieta - he vuelto a hacer abdominales, planchas y hasta corro, huev*n fui de shopping con asesora, ¿tú crees que voy a dejar que me venga con su actitud altanera sin más? Si algo o alguien la va a levantar es este pechito, jaja (me río) el espejo ni se inmuta, somos íntimos. Me lavo, dejo la afeitadora en su lugar, me cepillo los dientes, cierro la pasta, me seco las manos con la toalla, apago la luz y salgo.

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